EL DESEO
EN LA DUCHA
Juntos en la ducha
con esponja en la mano,
recorro su espalda
de piel rosada,
suave y aterciopelada.
Cálida agua
recorre su cuerpo
desde su cuello
hasta sus pies bellos.
Caprichosas líneas
de agua
corren de arriba abajo
su cabello ensortijado
todo mojado.
Parece bordado
cae sobre sus hombros
revuelto y perfumado.
Mis manos recorren
su espalda
atraviesan por su culo
en donde hacen parada.
Ahí, con esmero
enjabono su trasero
y al hacerlo
nace en mí el deseo
de ser torero,
por la faena
y la vuelta al ruedo.
Pero me contengo
sin fuerzas, ni desvelo
y continuo mi camino
hasta llegar al suelo,
para lavar los pies
de la mujer que quiero
alzo mi cara
y en broma
me hecha agua
al tiempo que se voltea
y me deja ver
el majestuoso cuerpo
de una bella mujer.
Carlos
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