SUBLIME BELLEZA
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SUBLIME BELLEZA
Una tarde de verano,
con el sol reluciente,
caminando por la vida,
de pie en un puente
la vi pensativa, ausente.
Su imagen denotaba
una mujer serena
y bella como sirena;
Que formaba parte
del lugar, del ambiente.
El momento era inefable,
pues su cabello flotaba
suavemente por el aire.
Sus pensamientos vagan
a través del tiempo
y su mirada se confundía
con el lejano firmamento.
Era parte del paisaje.
Verla era todo un viaje.
Permanecí consternado,
hasta entrada la tarde
y sin perturbar su donaire
me retiré extasiado,
pues había presenciado
la imagen innegable
de lo que el cielo ha creado
Carlos
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